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29 de septiembre de 2013

Otoño: Oda a la transición


¡Se va a asar! Pensé cuando la vi subir al bus el primer día de otoño con unas botas que casi llegaban a sus rodillas y una chaqueta por la que sobresalía un poco de borreguito. En la marquesina se anunciaba, un año más, "ya es otoño en el Corte Inglés". Sí, cierto, es otoño, pero a estas alturas en Barcelona aún no he visto ninguna hoja en el suelo y no ha hecho ni gota de frío.

Estos días andamos muchos despistados: ¿Me pongo falda sin medias? No que por la mañana hace fresquito, mejor pantalones y una rebeca (¿sabíais que "rebeca" viene de la peli "Rebeca" de Hitchcock?). Debajo de la rebeca algo de manga corta porque al mediodía, si hace sol, hace mucho calor. Y luego por la noche, pues depende, pero una chaqueta tejana no molesta. El otoño en esta latitud es impreciso, sorprendente, incierto; por eso lo mejor en cuanto a vestimenta se refiere es utilizar la técnica de la cebolla, pero hay quienes parecen sentirse incómodos y pasan directamente al frío del invierno, aunque no lo haga, como la chica del bus. 

¿Puede ser que nos incomode la incertidumbre que provoca estar a merced de una temperatura que fluctúa a lo largo del día y por eso preferimos pasar directamente a la siguiente estación? Muchos vuelven de las vacaciones de verano cerrando una etapa de sol y playa y desean que todo se vuelva gris y lluvioso. Cuando en realidad el otoño aún puede regalar radiantes días de playa, quizá los mejores de todo el año.

Me encanta el otoño y sus transiciones. Puedes tener un día de verano y al día siguiente una hermosa tarde de invierno. Disfruto observando cómo todo cambia y avanza hacia un nuevo estado que conozco bien pero que no deja de sorprenderme en sus detalles año tras año. Las mejores puestas de sol empiezan justo ahora, cada día el cielo pinta unos colores distintos, y a cada parpadeo, los colores vuelven a cambiar.

Con la primera hoja caída empieza un festival de verdes, amarillos y marrones. Se inicia el cambio de piel, la caída de lo superfluo, la preparación para lo que duele pero sabemos que nos hace más fuertes.

Mañana por la mañana volveré a subir al bus vestida con la técnica de la cebolla y deseando que el otoño me sorprendas un día más.

Bienvenido otoño.

22 de junio de 2013

El riu de colors

Pels nens petits pintar un arbre groc o un gos verd és la mar de normal. Això és degut a que quan som petits no sabem quins són realment els colors dels objectes i escollim aquells que ens agraden més, que acostumen a ser els més estridents. 

Jo, de petita, quan pintava el riu que tenia més a prop de casa (el riu Ripoll) ho feia de colorins: un dia el pintava vermell, un altre verd, l'altre blau... i en el meu cas ho feia perquè el riu baixava literalment de colors, fet que compartia força sovint amb la meva mare. He de confessar que en aquella època em semblava molt divertit i fins i tot estava orgullosa de viure a prop del riu màgic que tenia la capacitat de canviar de color en funció del dia de la setmana. 

El joc més típic quan ens hi acostàvem era endevinar de quin color baixaria avui. En realitat no existia cap pauta de colors; jo gairebé sempre deia "blau" a mode de desig, perquè era el que més m'agradava.

Quan vaig saber que aquella aigua era màgica per l'efecte de la contaminació, l'alegria dels colors es va transformar en fàstig de cop. Alguna vegada m'hi havia acostat suficientment com per adonar-me que a dins del riu i al voltant del mateix era impossible que hi hagués qualsevol tipus de vida. 

La major part de la meva vida l'he passat a prop d'un riu de merda, en plena època d'industrialització i de despreci total i absolut pel medi ambient. De tant en tant escoltava promeses que deien que en uns anys al riu fins i tot hi podríem fer unes braçades. El riu era una evidència que tothom amb responsabilitat al poble volia amagar sota l'estora. 

Però d'uns anys ençà la situació ha canviat força. Una de les primeres evidències del canvi va ser deixar de veure els colors canviants de l'aigua. Més recentment, passejo i corro sovint per la vora del riu i cada vegada s'ensuma menys pudor, escolto i observo aus i hi veig crèixer vegetació. Diuen els biòlegs que el riu és molt agraït, quan deixes d'agredir-lo de seguida pots començar a veure'n els resultats.


Fa uns dies vaig donar un pas més en les meves descobertes. L'ADENC duu a terme des del 2009 el projecte "Fes reviure el Riu Ripoll" i entre els objectius d'aquest projecte hi ha la sensibilització de la ciutadania sobre els problemes i millores del riu. Per això, de tant en tant organitzen sortides guiades. La sortida de fa una setmana era una "Nit Amfíbia". Equipats amb llanternes i botes vem acompanyar els experts en la seva tasca d'elaborar un cens de granotes i gripaus que habiten en una zona concreta del riu. D'entrada ens van dir que n'escoltaríem forces però no ens asseguraven veure'n. Gràcies a la perícia dels nens del grup vem poder veure i tocar granotes verdes i reinetes (també en vem escoltar moltíssimes). I al final de tot del recorregut ens va semblar escoltar un gripau tòtil. 

Una granota reineta
Vem caminar en fila índia per la llera del riu durant una bona estona. De nit, els sons s'amplifiquen moltíssim i entre tanta vegetació tenia la sensació d'estar obrint camí al bell mig de la selva amazònica. Passejar per la natura de nit és descobrir un indret nou, que es presenta inquietant i alhora embriagador.

Una vegada més vaig poder comprovar que, tot i que encara queda molt per fer, el riu Ripoll cada dia té més bona salut. I cada vegada estic més convençuda que l'educació i les accions de comunicació són de gran ajuda per entendre la importància de preservar un indret natural com a lloc d'evasió entre tant de formigó. En la mesura en què sapiguem explicar com d'important és, tindrem menys possibilitats de tornar enrera. No vull tornar a veure el riu mai més de colors, vull que ara els nens i nenes del Vallès dibuixin el riu Ripoll del color que els vingui de gust. Com fan amb el gos verd i l'arbre groc.


18 de junio de 2013

Trabajo colaborativo en un mundo de depredación

Cazador cazado
Internet, y especialmente las herramientas 2.0, es un entorno diseñado para realizar el trabajo colaborativo. Tenemos infinidad de recursos ¡gratutitos! a nuestro alcance pero... ¿hay alguno al que le hayamos sacado provecho? En un momento determinado nos dio la fiebre de usarlo todo para hacer un montón de cosas súper chulas pero... ¿alguna prosperó? ¿Os habéis hastiado -como me ocurre a veces a mi- de compartir, comentar, escribir para que finalmente quede en pantalla perdida?

Al fin y al cabo, vivimos en un mundo en el que la depredación, como dice Joseba Achotegui en este artículo está a la orden del día: "Esta perspectiva darwinista, centrada en la competición, tiende a ver enemigos por todas partes: bacterias, virus... Cuando no es así". La naturaleza nos enseña que es mucho más rica en relaciones, pero se han empeñado en hacernos creer que esta perspectiva es la única que funciona para conseguir resultados. Podríamos dedicar horas a clasificar los distintos puestos de responsabilidad que pueden existir, por ejemplo, en cualquier organización jerárquica, pero la misma jerarquía es, en esencia:

El cazador y la presa
Quien decide y quien ejecuta
Quien se cuelga medallas y quien trabaja en la sombra
Quien esconde información y la usa solo para sus propios intereres y quien la comparte
Quien nunca comete errores y quien paga siempre los platos rotos

¿Os sorprende que con este sistema basado en la ley del más fuerte estemos sumergidos en una crisis? A mi no. En unos meses quizá nos digan que hemos salido de la crisis, que España se empieza a recuperar, ¿pero acaso será cierto? Permitidme una pequeña concesión, emplearé un tono agorero: Con todo, llegará un día en el que este sistema depredador consumirá todos los recursos del Planeta y nos encontraremos en una encrucijada: "O cambias o te cambio", nos dirá nuestra querida casa. Y entonces quizá será el momento de echar mano del sistema de trabajo colaborativo y de nuevas formas de organización social más sostenibles. Mientras tanto, algunos brindan con el último vino del festín.


7 de mayo de 2013

El maldito efecto Pepón

El actor Pepón Nieto en Periodistas
Hubo un momento en la historia reciente de España, que llegó a su punto álgido con el éxito de la serie de TV Periodistas, en el que los jóvenes de este país se decantaban en masa por ser periodistas. El efecto Pepón, así es como bautizaron los periódicos en papel (porque por aquel entonces aún no existían los diarios online) este efecto masificador de aulas ya que creían que estaba instigado por el carisma de uno de los actores de la serie. Yo nunca la llegué a ver, y por tanto ese no fue mi catalizador para estudiar la carrera de Periodismo, pero el maldito efecto Pepón me ha acompañado durante muchos años.

El maldito efecto Pepón me llevó a hincar los codos durante el último curso de bachillerato para llegar a conseguir una media de nota que me permitiera acceder a la universidad. El maldito efecto Pepón hizo que me viera condicionada a ponerle unas cuantas velas a la Moreneta para que me concedieran unas prácticas en algún medio de comunicación. El maldito efecto Pepón me llevó a ver como muchos de mis compañeros de la universidad tenían que cambiar de rumbo profesional porque no les daban ninguna oportunidad.

Pero de repente, el efecto Pepón cambió de signo: Pasó de "maldito" a "bendito". Ocurrió cuando levanté los ojos a otras áreas profesionales: la comunicación corporativa, la ciencia, la salud. Comencé un paseíto que me está llevando a dar un giro por el mundo de la comunicación que me lleva a experimentar desde distintos lugares y puntos de vista, a través de unas áreas de especialización que me permiten compartir ideas y conocimientos con profesionales de muy diversas áreas. Algo realmente enriquecedor.

Hace un par de días me encontré con un compañero que también fue "víctima" del maldito efecto Pepón y fuimos a tomar algo. Cuando nos trajeron la segunda ronda de cervezas le dije:

- Ésta por Pepón.
- ¿Qué?
- Bueno, por Pepón y por Internet. Porque gracias al efecto Pepón supimos que había que currárselo y no hacer lo de siempre y gracias a Internet porque, por fin, ahora tenemos espacio para poder desarrollarnos profesionalmente.
- No he entendido nada. Pero ¡salud!
- ¡Salud!

18 de abril de 2013

Video: Primer sopar #femsalut20

Fa tot just avui una setmana, el dijous 11 d'abril, una quarentena de persones ens vem trobar en el primer sopar #femsalut20. Allò que tots teníem en comú era esencialment el fet de dedicar-nos a nivell professional al sector de la salut i ser persones força actives en les xarxes socials.

El primer #femsalut20 va ser una desvirtualització massiva i un retrobament molt esperat per un grup important dels assistents. Una posada en comú presencial entre persones que s'acabaven de conèixer i també de "vells" coneguts i amics, cosa que garanteix una boníssima salut del grup de cara al futur.

Llarga vida al #femsalut20! I com a record, aquí teniu aquest video que he elaborat amb fotos i videos propis i també dels assistents. Desitjo que el gaudiu!

 
Primer sopar #femsalut20 from Montse Carrasco on Vimeo.

25 de marzo de 2013

Un adiós solemne


Qué cómodo y sencillo se nos antoja siempre empezar. Pero y lo que cuesta cerrar puertas, despedirse, iniciar otros caminos. Cuando concluimos una etapa solemos hacerlo deprisa y corriendo, huyendo del dolor que nos causa desprendernos de algo que fue nuestro durante un largo tiempo, que nos gustara o no, convivió con nosotros y en cierto modo lo hicimos formar parte de nuestro ser.

La etapa industrial en España hace años que se está despidiendo dejando atrás años de vidas de muchas personas que han trabajado en la época de oro industrial, toda una vida en un mismo puesto de trabajo, con los mismos jefes y casi los mismos compañeros. Los cierres de estas empresas se han ido sucediendo y aún hoy seguimos teniendo noticias de nuevas "relocalizaciones industriales". El ajetreo del trabajo y de años de vida ya terminó en la mayoría de estas naves industriales, en ocasiones lo hizo de forma dramática, dejando la sensación de haber dado mucho que nunca será debidamente recompensado. El sueldo que estos trabajadores ganaban trabajando en estas fábricas y una buenísima capacidad de administración heredada de años de posguerra logró que toda una oleada de jóvenes pudiéramos ir a la universidad y soñáramos con un futuro que nos abría un abanico de oportunidades.

Estas personas y la vida que dejaron entre esas paredes gigantes de las fábricas merecen un adiós. Pero no un adiós fabricado de titulares de periódicos y breves en las páginas de sociedad. Merecen una despedida sentida y solemne como es el Requiem de Wolfgang Amadeus Mozart que interpretó la Jove Orquestra de Cerdanyola y los Coros 7 de música, el Orfeó Lleidatà i Universitat Rovira i Virgili y las voces solistas de la Fundación Victòria dels Àngels. Éste es el homenaje que recibieron hace unos días los trabajadores de la empresa Aiscondel de Cerdanyola del Vallès, muchos de ellos presentes entre las 800 personas de público que pasábamos el frío que hacía en el interior de la nave abandonada dejándonos cobijar por la magnífica interpretación del Requiem.

Los fantasmas de los que ahí trabajaron se sucedían entre las notas, aparecían sobre todo riendo, departiendo, haciéndose confidencias. Fueron muchas horas de trabajo repetido pero lo que por encima de todo se despegaba de esas paredes vacías era la vida, los momentos de luz y conexión que allí ocurrieron.

Ahora, de los escombros seguirá quedando el recuerdo, que se irá difuminando con el tiempo. Pero lo que esa catarsis provocó es la necesidad de un nuevo renacer. Seguramente no en ese lugar, quizá no ahora, pero tiene que ser pronto, en muchos lugares, porque lo necesitamos, lo estamos pidiendo a gritos a veces hasta sin darnos cuenta.

Os dejo con un vídeo que he creado con sensaciones de antes, durante y después del concierto, un pequeño homenaje a todo lo que allí sucedió durante tantos años. ¡Y a lo que está por venir!


Requiem de Mozart en Aiscondel from Montse Carrasco on Vimeo.
La decadencia de lo que en su momento fue un lugar lleno de vida: la fábrica Aiscondel de Cerdanyola del Vallès. La Jove Orquestra de Cerdanyola interpreta el Requiem de Mozart en las antiguas instalaciones de Aiscondel que, por unas horas, vuelven a llenarse de vida.

22 de enero de 2013

Le he preguntado a Google quién soy

quien soy en Google

Esta noche he tenido que verme a mi misma en una situación realmente embarazosa preguntado a Google esto que veis aquí arriba: "¿Quién soy?" ¿Cómo he llegado hasta aquí? Os lo cuento rápido:

Por la mañana he salido con el tiempo justo de casa y cuando me he subido al coche he encendido la radio y he escuchado que había retenciones en mi ruta habitual al trabajo. Mientras esperaba en el semáforo de siempre he tenido tiempo de consultar en el mapa de mi smartphone una ruta alternativa. Durante el día, he entrado al menos una decena de veces en Google para preguntarle cosas tan variopintas como "efectos del colesterol en las arterias", "móvil se escribe con v", "conjunción de la luna con Júpiter" o "cómo preparar unas alcachofas para el horno".

No es de extrañar pues que a estas horas, después de leer un artículo sobre psicología, me haya visto con la necesidad de teclear, siguiendo la inercia del día: "quien soy". Y cual ha sido mi sorpresa al descubrir que aunque Google sabe que una dieta rica en ácidos grasos saturados aumenta los niveles de LDL y a largo plazo esto puede llegar a producir aterosclerosis, que móvil en castellano se escribe con "v",  que hoy se ha producido una conjunción de la luna con Júpiter y que para preparar las alcachofas al horno es necesario quitarles algunas hojas pero no demasiadas, aún no es capaz de aventurarse a saber quién soy (no soy una chica del barrio, tampoco me siento especialmente identificada con Disney aunque si me ponen El Rey León, la termino viendo seguro).

Y que queréis que os diga, he respirado aliviada después de pensar que aún hay cosas, las más importantes, que solo podemos aprender después de experimentar por nosotros mismos. Que vivimos obsesionados con consumir información, que en un principio parece que calma nuestra ansiedad cuando algo nos preocupa, pero que a largo plazo vemos que no es así, que llega a confundirnos más si la consumimos de forma indiscriminada. Que parece que necesitemos buscar explicaciones para absolutamente todo, cuando muchas veces hay cosas que se aprenden sin más, simplemente te las encuentras y basta. En definitiva, resguardémonos de la infoxicación.
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Basada en una obra en micolumpio.blogspot.com.