El actor Pepón Nieto en Periodistas |
El maldito efecto Pepón me llevó a hincar los codos durante el último curso de bachillerato para llegar a conseguir una media de nota que me permitiera acceder a la universidad. El maldito efecto Pepón hizo que me viera condicionada a ponerle unas cuantas velas a la Moreneta para que me concedieran unas prácticas en algún medio de comunicación. El maldito efecto Pepón me llevó a ver como muchos de mis compañeros de la universidad tenían que cambiar de rumbo profesional porque no les daban ninguna oportunidad.
Pero de repente, el efecto Pepón cambió de signo: Pasó de "maldito" a "bendito". Ocurrió cuando levanté los ojos a otras áreas profesionales: la comunicación corporativa, la ciencia, la salud. Comencé un paseíto que me está llevando a dar un giro por el mundo de la comunicación que me lleva a experimentar desde distintos lugares y puntos de vista, a través de unas áreas de especialización que me permiten compartir ideas y conocimientos con profesionales de muy diversas áreas. Algo realmente enriquecedor.
Hace un par de días me encontré con un compañero que también fue "víctima" del maldito efecto Pepón y fuimos a tomar algo. Cuando nos trajeron la segunda ronda de cervezas le dije:
- Ésta por Pepón.
- ¿Qué?
- Bueno, por Pepón y por Internet. Porque gracias al efecto Pepón supimos que había que currárselo y no hacer lo de siempre y gracias a Internet porque, por fin, ahora tenemos espacio para poder desarrollarnos profesionalmente.
- No he entendido nada. Pero ¡salud!
- ¡Salud!