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27 de abril de 2012

El sapiens que lo arrasa todo se enfrenta al mayor reto de su existencia

El pelirrojo orangután por Alice Rosen
Vía la organización Orangutan Outreach leo este artículo  donde cuentan que la selva indonesia se encuentra en grave peligro por el incremento de las plantaciones de aceite de palma para producir combustible biodiesel para automóviles y camiones de Europa y otros lugares. Una de las especies animales más afectadas es el orangután, un pariente cercano apacible y tranquilo. Hay alrededor de 6.600 orangutanes en la isla indonesia de Sumatra, pero más de dos tercios de la isla han sido fragmentados por explotaciones de empresas que se dedican a arrasar la selva para explotar el aceite de palma.

A continuación leo esta nota de prensa del Institut Català de Paleontologia donde se explica que nuestra especie, el homo sapiens, podría haber provocado un genocidio neandertal consiguiendo extinguir a esta especie. "Así, -dicen en la nota- los neandertales fueron parte de los grandes mamíferos potencialmente perseguidos como presas para nuestra especie, del mismo modo que, históricamente, aún lo son los orangutanes, los gorilas y los chimpancés, todos ellos miembros de nuestra propia familia taxonómica". Aquí he encontrado la respuesta. Como primates "carnívoros territoriales y sociales" que somos, nos hemos dedicado a perseguir de forma directa o indirecta hasta la aniquilación a quienes nos hemos ido encontrando por el camino y podían poner en peligro nuestros dominios.
Yo misma si hubiera sido Neandertal

Arrasamos hábitats, rompemos equilibrios naturales, borramos la biodiversidad de nuestro planeta. Muchos de nosotros lo siguen haciendo mientras la otra inmensa mayoría hace la vista gorda. Nuestro origen nos empuja a seguir estas conductas. Entonces ¿todo está perdido? ¿podríamos vivir en harmonía con el resto de especies de este Planeta? Eudald Carbonell sentencia que el homo sapiens se enfrenta ahora a un gran reto. Según el paleontólogo existe una incipiente conciencia crítica de especie. En este artículo del año 2010 dice que en el futuro ve crisis sistémicas (¿os suena?), que la humanidad será incapaz de reaccionar ante una aceleración producida por la revolución científica y colapsará. Ojo que "un 15 por ciento o más de nuestra especie podría pagar con su vida la continuidad evolutiva del sistema". "Es posible que esta gran sacudida ayude a la humanidad a generar conciencia de especie cualitativa, que haga de la capacidad y eficiencia biolótica, ecológica y económica la constante futura de la evolución consciente y responsable, por primera vez en la historia de la evolución de los organismos del planeta".

Hoy, más que nunca, depende de nosotros dar un giro a esta situación, coger las riendas de nuestra propia evolución a través de la conciencia de especie. Estoy convencida de que cada vez somos más los que creemos que si no lo hacemos, está en juego nuestra propia supervivencia. El homo sapiens se encuentra entre las cuerdas. O abandona su condición de territorial o terminará desapareciendo. Ya no es solamente un tema de sensibilidad o de ser más o menos hippie, se trata de nuestra vida y sobre todo de las que están en camino.

Cierro este post con el documental Green, que vi hace casi 2 años en el FICMA (Festival Internacional de Cine de Medio Ambiente de Barcelona). Es un dramático viaje de un orangután afectado por la deforestación, pero también disfrutaréis del esplendor de la selva indonesia, sin música ni voz, ni efectos añadidos. Entenderéis el negocio de las plantaciones de aceite de palma y veréis quienes están detrás. Quizá os ayude, como a mi, a ir tejiendo un entramado de ideas que nos permitan avanzar en el camino de la conciencia de especie.

 

25 de abril de 2012

Yo también persigo un concepto llamado Karma Digital

En Cantabria al estilo Raulifer

Yo, como Raül Cruz también persigo el Karma Digital. Creo que no existe ningún código secreto en la caja fuerte de un despacho que recopile la fórmula mágica que nos ayude a proceder siempre con éxito cuando nos planteamos cualquier acción de comunicación en el entorno online. Los libros, posts, artículos, talleres sobre comunicación digital son herramientas indispensables pero que resultan poco útiles si no funciona el Karma Digital, generado y avivado por personas.

Karma Digital es encontrar tiempo para probar, debatir y consensuar un proyecto. Pero también es liderar con determinación con el objetivo de trazar un límite para lanzarlo. Durante este proceso, el Karma Digital se manifiesta en la capacidad para marcar correctamente los tiempos, en los gestos de complicidad y en practicar una vigilancia mutua para que nadie se desconecte del proyecto. Una sola persona que no se sienta partícipe puede anular todo el Karma.

Karma Digital es no quedarnos únicamente con una fotografía, es optar por la técnica del stop motion. Juntar las percepciones del equipo que derivan de todas las experiencias y conocimientos al mismo tiempo que éstas se conectan con lo que ocurre fuera. La comunicación es sutil y cambiante y en los tiempos que corren aún más. Encadenar todos los bagajes personales para construir imágenes en movimiento que conecten con el exterior es todo un reto que requiere sobre todo de observación y escucha activa.

Karma Digital es trabajar siempre en el presente pero más allá del proyecto que tenemos entre manos. Buscar un reto común que se proyecte hacia el futuro. Visualizar qué queremos ser de mayores para saltar los obstáculos del ahora teniendo la vista y una mano puestas en lo que vendrá, que será distinto, que será mejor.

Karma Digital es tener la actitud de seguir aprendiendo, de buscar aunque no se encuentre, de tener inquietudes siosi.

El Karma Digital se crea en muchas ocasiones en las oficinas, en la organización del trabajo. Pero se reactiva doblando la esquina de la oficina, cuando nos encontramos con un amigo de la infancia que nos cuenta que se alegra de vernos y que se ha mudado cerca de casa.

Y tu ¿también persigues el Karma Digital?
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Basada en una obra en micolumpio.blogspot.com.