Es probable que después de una experiencia no satisfactoria en los medios, no vuelvan a repetir. Una pena. Porque hay personas con historias y conocimientos interesantísimos que no están saliendo a la luz pública.
Dejando de lado las malas prácticas periodísticas, para un experto, podemos hablar de un científico, lo más importante, de entrada, es superar el miedo de la primera vez y pedir consejo a algún conocido que sea periodista. Hay muchos cursos de formación para portavoces pero no todas las personas se lo pueden permitir o tienen la posibilidad de asistir a uno.
Es importante saber que, después de esta primera experiencia, el científico en cuestión sentirá cierta sensación de frustración. En los medios de comunicación generales, muchas veces el rigor está reñido con la noticia y para que esto finalmente no ocurra y ambos conceptos se acaben encontrando, es importante que el experto renuncie a partes del discurso susceptibles de no ser entendidas o malinterpretadas. Mejor hacerlo antes de la intervención que dejarlo a la improvisación del momento.
Estar a la defensiva tampoco es una buena estrategia, adoptar la actitud de un docente de educación secundaria es una imagen que puede ayudar. Y sobre todo: No es necesario soltarlo todo en una única “clase”, si sale bien, habrá otras veces seguro.
Es tremendamente positivo charlar antes con el periodista. Siempre lo agradecerá y servirá para romper el hielo y sentar las bases de la entrevista. Creedme, el feeling que hay antes de salir en antena, por ejemplo en el caso de la radio, luego se palpa en las ondas sonoras. Contarle algo al periodista antes del directo que le llame la atención. Una anécdota curiosa. Le dará pie a que introduzca el tema de forma original.
Preguntar quién estará en la entrevista y en qué condiciones se hará (grabada, en directo, con intervenciones) también es de gran ayuda para enfocar y preparar el tema.
Ahora, los medios sociales nos permiten contactar con centenares de periodistas. Te animo, si eres el experto científico o alguien que piensa que puede aportar algo interesante a la opinión pública, a que empieces a conversar con nosotr@s (periodistas) en Twitter. Encontrarás claves para formarte y planificar tus intervenciones. Tener un blog es fantástico para plasmar las ideas, resumirlas y ver cómo reacciona la gente. Es un buen entrenamiento para organizar y sintetizar tu discurso.
Así que... ¿a qué esperas para que oigamos tu voz?
Así que... ¿a qué esperas para que oigamos tu voz?