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21 de octubre de 2010

VI Congreso de Periodismo Sanitario: el principio de algo nuevo


200 interesados en comunicación sobre temas de salud nos reunimos el pasado fin de semana en Oviedo en el VI Congreso de Periodismo Sanitario. La edición más concurrida, con más gente joven y de más variada procedencia y perfil.

Aunque la mayor parte del programa se cerró antes que entrara la nueva dirección de ANIS, la asociación organizadora, en esta edición se han empezado a vislumbrar con timidez ciertas novedades. A la pregunta que hacía en el anterior post de si por primera vez sería un Congreso 2.0 contesto que sí. Se habló de ello en muchas charlas incluída la inauguración. Aunque los twitteros asistentes activos hemos sido muy poquitos. Por desgracia, no había wifi en la sala, cosa que dificultaba la conexión. Aún me sigue sorprendiendo que en un foro de comunicadores haya una minoría de personas activas en las redes sociales. Pero estos guiños ya son un paso importante teniendo en cuenta cómo se hablaba de la “nueva comunicación” en el Congreso del año pasado en Madrid.

En general, he echado de menos que se trate en profundidad de la crisis del modelo empresarial de los medios de comunicación que ha llevado a la precariedad absoluta, telón de fondo de todos los miedos y recelos al cambio. Y sobre los nuevos modelos de comunicación que nacen ahora y cómo se reinventan los medios tradicionales. De cómo influyen los blogs y las redes sociales en el trabajo del periodista, cómo pueden colaborar para difundir de forma rigurosa y eficaz mensajes de salud.

Me gustó el debate generado, dentro y fuera de la sala, en el taller sobre gestión de booms informativos y en el taller sobre consejos para periodistas de medios y de gabinetes de comunicación. Los periodistas de medios insistieron en que los gabinetes deben conocer muy bien sus horarios y no presionar en exceso. Mayka Sánchez, periodista de El País, destacó que la química entre personas es indispensable y que ambos profesionales deben sintonizar hablando el idioma del periodismo. María Teresa Cortés, de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, recalcó que el rigor necesita tiempo, y que los periodistas que trabajan en medios deben ser conscientes que a veces es dificilísimo cumplir los plazos que piden. Se puso de manifesto que aunque se trata de profesionales con el mismo perfil, si trabajamos en uno u otro lugar parece como si estuviéramos a veces en mundos distintos. Al fin y al cabo, nada que no solucionen la escucha y la empatía.

La mesa de nuevos empleos en el 2.0 tuvo la función de abrir la puerta a este mundo a los periodistas que aún no se han lanzado a descubrirlo. Millán Berzosa comentó casos de empresas que están usando las redes sociales para crear comunidad entorno a la marca y se dedicó a desmontar algunos tópicos que funcionan como trabas para que algunas personas se aventuren a probar esta nueva tecnología, como por ejemplo, que no se trata de una cuestión de edad y que existen muchos periodistas que ante el paro que afecta la profesión, han encontrado nuevas formas de autoempleo. Según dijo luego Millán, muchos asistentes se interesaron después por su trabajo y sus conomientos en 2.0.

Si queréis ampliar información, os dejo algunos enlaces:








26 de agosto de 2010

Blogueros y periodistas


Hoy he leído esta entrevista y me ha parecido tremendamente clarificadora para desvelar las diferencias que existen entre los periodistas y los blogueros. Siguiendo el hilo de mi último post, sobre qué valor podemos aportar hoy día los periodistas, os propongo algunas reflexiones.

En los últimos años, los medios de comunicación, como ha ocurrido en muchos otros sectores, han mermado considerablemente la calidad de sus productos informativos para conseguir el máximo beneficio, pensando sólo en el presente y sin ser conscientes que estaban dinamitando su futuro inmediato. Casi todos vemos ejemplos de ello cada día. Aún es más flagrante en los medios digitales, que se han visto abocados a ofrecer sus contenidos de forma gratuita, guiándose hasta el suicidio.

En este contexto, los blogueros han ido ocupando algunos espacios que los medios de comunicación iban dejando libres: aportan el punto de vista del experto, se presentan sin trampa ni cartón frente a su audiencia, ofrecen información muy cercana al ciudadano, en la media que hablan de temas comunes que nos preocupan a todos y con un lenguaje directo, y ofrecen interacción y debate moderado con sus lectores. Todas ellas, funciones de las que se habían desprendido los medios de comunicación de masas. Pero... ¿es esta la situación ideal? es decir, ¿deben ser los blogueros quienes ocupen el espacio libre que por falta de calidad han dejado los medios? Mi respuesta es no porque no nos conviene para nada a los ciudadanos. Y el principal argumento es muy simple: los blogueros sólo hablan de lo que les apasiona y les motiva, pero en nuestro mundo hay muchísimas otras informaciones que deben ser cubiertas y que hacen que nuestra sociedad sea más justa, libre y democrática. Un bloguer escribe desde la pasión, un periodista también lo hace en muchas ocasiones pero otras muchas, como en todos los trabajos, debe ser profesional para informar sobre aspectos no tan atractivos. Y ahí va un ejemplo: un redactor de informativos de una emisora de radio local estará feliz un día porque le gusta mucho la cultura y le toca hacer un reportaje sobre una exposición de la ciudad. Pero otro día deberá ir al pleno de su ayuntamiento para hacer una crónica de lo que allí ha acontecido, no le gustará tanto, pero deberá ser igual de profesional en ambas situaciones. Hay temas, como puede ser un pleno, que son de lo más aburridos (no creo que haya demasiados blogueros que los cubran, por no decir ninguno) pero que son información básica para vertebrar la vida social, en este caso, de un municipio.

Otro aspecto importante que da valor al trabajo de los periodistas es el trabajo en grupo, en una redacción. La teoría del periodismo te la enseñan en la facultad pero el nuestro es un oficio que en gran medida mejora por aprender de los que más saben, que son los que llevan más años ejerciéndolo. El trabajo transgeneracional hace ricas, relevantes y útiles las piezas informativas. Un bloguer puede trabajar también con otros bloguers, pero no alcanzará el nivel máximo de cooperación y experiencia que proporciona una redacción.

La calidad de la información es algo tan relevante que todos, como ciudadanos, deberíamos reivindicar. Cuando cierran un medio de comunicación o mantienen una emisora de radio municipal por pura fachada nos están estafando. Y además, cuando esto ocurre, no suelen ocupar primeras páginas de periódicos ni abren informativos. Nos timan de la misma forma que lo hacen manteniendo un centro de salud en condiciones pésimas.

El poder está pues en cada uno de nosotros de decidir qué tipo de información consumimos, premiando a los medios que llevan un buen camino y valorando el trabajo que hay detrás. Si leemos basura, la estamos esparciendo, y estamos mermando nuestra capacidad de decisión y en última instancia, nuestra libertad. La crisis de los medios, como la del sistema sanitario, es cosa de todos y así deberían verlo todas las personas. Los blogueros son ya fuentes interesantísimas de información e intercambio de ideas pero no olvidemos que no son suficientes para manternos informados en el mundo tan complejo en el que vivimos, donde a veces lo más relevante está muy oculto y sólo puede ser descubierto por periodistas profesionales que viven y ejercen con profesionalidad su trabajo durante años.

Si pensabáis leer un post sobre la guerra entre blogueros y periodistas os habré decepcionado. Este debate es sólo una cortina de humo que no nos deja ver el auténtico problema: hoy día escasea la información de calidad, esto repercute muchísimo en nuestras vidas y los que deberían tomar cartas en el asunto siguen mirando hacia otro lado.

28 de octubre de 2009

Web 2.0, el fantasma que merondea en el sector sanitario

He aquí el segundo post sobre el V Congreso de Periodismo Sanitario que os prometí, en esta ocasión sobre la web 2.0.

Milagros Pérez Oliva, defensora del lector de El País, centró su intervención en “los peligros de las webs”. “La información en bruto puede hacer tanto mal como bien”, fue una de sus reflexiones. “Sobre todo –continuó- si esta información no está controlada por profesionales contrastados”. Y también dijo “la divulgación colectiva es peligrosa”. Creo que Milagros representa a un gran número de profesionales del sector del periodismo y de la sanidad que sólo ven los peligros de Internet y de la web 2.0 (que los hay, ojo) y que, siendo conscientes de “lo malo” no pueden girarlo también para buscar el lado positivo y de cambio. Por millonésima vez, os recordaré que estamos en un momento de crisis, también el periodismo y el sistema sanitario lo están. El auge imparable de esta tecnología, que no podemos obviar de ninguna manera porque no vendrá, ya está ahí, puede ser un aliciente para buscar nuevas fórmulas. No se trata, como dijo Javier Celaya, de romper con los medios tradicionales, hay que buscar nuevos modelos que nos ayuden a seguir adelante y superar este bache. Debemos reiventarnos y hoy más que nunca, tenemos multitud de herramientas que nos pueden ayudar.

¿Por qué el sector sanitario debe obviar Internet en su plan de comunicación si el 20 por ciento de las personas busca sobre salud en Google y en los últimos meses se ha producido un incremento del 230 por ciento de información sobre gripe A en Internet? (dixit Javier Celaya). Si nosostr@s, como profesionales, no nos fijamos en este fenómeno, ya estarán todas las demás personas para hablar de nuestra empresa, institución o medio de comunicación en la red.

Ya lo veis, este post tiende inexorablemente hacia un terreno abonado de opinión personal… pero es que me apetece decir bien alto que creo que es uno de los retos más importantes a los que nos enfrentamos y parece que no vaya con nosotr@s. No va con nosotr@s cuando decimos que hay que defender los principios de veracidad y rigurosidad del Periodismo (con P mayúscula) y como dijo Milagros “es el momento de crear un consenso para dignificar la profesión”. Hace años que se espera un consenso en este sentido y precisamente porque nunca lo ha habido en épocas de vacas gordas, ahora hay personas que nos están “quitando” el trabajo. Porque en sus blogs hablan de cosas diversas e interesantes y nos cuentan otros puntos de vista. Porque los medios de comunicación se han asentado durante años en un terreno cómodo y han aportado un escaso valor, repicando, en muchos casos, información de agencias. Señores y señoras, la web 2.0 no es el futuro, ya está con entre nosotr@s, no es amante de las normas y el buen hacer lo dicta la mayoría. Más educación en este sentido nos haría falta a tod@s para conocer mejor los peligros a los cuales nos afrontamos (que no niego, son muchos) y explorar lo positivo que nos puede aportar: una sociedad más participativa y por consiguiente, más democrática. Pero creo que sólo con educación y acceso universal podremos llegar ahí. Si es que queremos claro, que este es otro asunto.

Y por último, quería explicaros lo que le contestó el director de ABC a la pregunta de Miguel Ángel Martín, director de Sanifax, sobre si creía que un modelo de pago por contenidos en Internet sería viable en su periódico. El director de ABC reconoció que todos los medios van “muy perdidos” en este tema y que algunos contenidos on line se acabarán pagando. Y concluyó: “cuando se produzca un acuerdo entre todas las cabeceras, los lectores no tendrán más remedio que pagar”.

¿Qué os parece su respuesta? ¿Si esta situación se produjera, creéis que los lectores pagarían por ello?

20 de julio de 2009

Las crisis mueven conciencias

Foto de doctortoncich
La crisis del caso Rayan me ha hecho reflexionar sobre la dificultad de las instituciones por hacerse oír cuando “todo va bien”. Es realmente complicado (de aquí viene que también resulte apasionante) explicar a la sociedad cuál es tu labor como empresa, entidad, organización… y cuál es el valor que aportas a la sociedad y que este mensaje llegue a quién tú quieres como deseas.
Éste es el caso del Sindicato de Enfermería SATSE. Sin entrar en quién tiene o no la razón en el caso, una desgracia como ésta les coloca en el primer plano de la actualidad. ¡Qué triste! ¿No os parece que sus denuncias de precariedad de la profesión eran en su momento noticia por sí mismas? Teniendo en cuenta la importancia de estos profesionales en la vida de cada uno de nosotros, así deberían serlo. Pero una vez más, debe ocurrir un fatal error para que una mayoría se dé cuenta.
Ahora, pues, es un momento crucial para este colectivo: pueden lograr que hagan mella los mensajes que van reivindicando desde hace tiempo en la mente de una buena parte de españoles. Si lo consiguen o no, se está gestando en estos momentos y no sólo depende de ellos, también de cómo comunican en una situación de crisis como ésta todos los demás actores implicados, que van definiendo sus estrategias:
- El presidente de los gerentes de hospital (SEDISA) defiende al gerente del hospital, Antonio Barba, “por su transparencia al salir a explicar lo ocurrido”.
- La Organización Médica Colegial (OMC) dice “éste no es el camino ideal para avanzar juntos”.
- Y la más reciente: SATSE critica a la Ministra Trinidad Jiménez por su falta de apoyo a los enfermeros y pide rectifique y solicita al Fiscal General del Estado que procese al gerente del Hospital Gregorio Marañón.
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