Un nuevo mundo te espera, a ti y a tu tribu. El único límite es el tiempo libre del que dispones. Puedes hacerlo casi todo. Construir un pequeño pueblo desde cero, siendo consciente de lo que no te gusta en el otro mundo. El material que nutre este nuevo mundo son los sueños, por eso llevas contigo la bandera de la utopía.
L@s primer@s que llegaron reciben a los nuevos habitantes. Todos son bienvenidos con la condición de que compartan y aporten valor con el objetivo de construir una civilización más avanzada. Se les invita a participar de la construcción, entienden que todas las contribuciones son necesarias, grandes y pequeñas, siempre que favorezcan a la comunidad y no intenten imponer su voz por encima de las demás.
A través de la web 2.0 construimos la Atlántida, nadie sabe dónde situarla, pero tenemos una especie de corazonada que nos dice que existe. Se produce una diáspora de ideas que dormitaban guardadas en un baúl. Una nueva forma de relacionarse en la que todo el mundo está al mismo nivel: empresas, personas, instituciones. Da fuerza a las voces individuales y rebaja voces que durante años habían sido preponderantes. Es una oportunidad para las personas de hacerse oír y emprender y también lo es para las empresas y las instituciones para estar cerca de estas personas, entender cómo piensan y asegurarse su presente y futuro situándose cerca de ellas.
Empresas e instituciones se vuelven más personas. A título individual, las personas pueden llegar a tener más influencia y relevancia que una institución. Sería un error que las personas, llegado este punto, se comporten como hicieron antaño las organizaciones, silenciando voces, negando la opinión y la aportación de valor. Difícilmente podremos construir algo nuevo o más acorde con nuestro ideal social si no contamos con todos los puntos de vista. Las reglas para empezar la partida parecen claras a estas alturas: claridad, transparencia, aportación de valor.
Quizá no sea necesario ponerse un traje de explorador y embarcarse para encontrar la Atlántida. Puede ser más fácil -o díficil- que eso: quitarnos de encima los prejuicios y estar dispuestos a aprender.
P.D.: Post inspirado en la Tribu Mopongo y en una conversación twittera con @manyez @monicamoro @tekuidamos y @luisluque donde se especulaba sobre la posibilidad que la Atlántida se situara en Tromso.
Buena post para empezar el día animada. ¡Gracias! :)
ResponderEliminarY sobre todo escuchar: Dios nos dio dos orejas y una sola boca... supongo que sería por algo.
ResponderEliminarGran post, Montse!
Fue un placer conoceros en Madrid! :) La próxima en Tromsø.
ResponderEliminarEso sí búscame un mapa la próxima vez donde salga Tromsø. Tromso cae más o menos al norte del mapa :D
La Atlántida dospuntocérica por lo que cuentas parece un buen sitio para pasar una larga temporada. Como decimos habitualmente con Olga, si nos prometen las orcas desde el despacho y las auroras boreales en el salón "pallá" que nos vamos sin pensarlo.
ResponderEliminarEl traje de explorador es necesario y las flechas en la espalda de @juliomayol inevitables, pero sí, cada uno debe encontrar su Atlántida ya que está más cerca o más lejos, al final, todo depende de un@ mism@.
Me ha gustado mucho !!!
En la Atlántida vivían gigantes. Dicen que alcanzaron altas cotas de sabiduría. La civilización sinembargo desapareció.
ResponderEliminarDebemos ser humildes. La tecnología nos hace más grandes de lo que somos, pero también más vulnerables.
Solo el sentido correcto nos llevará por buen camino.
;-)
Muchas gracias Delia y Rafael!
ResponderEliminarLuis, antes de Tromso, haré escala en Bilbao. Y sí, tienes razón, busqué un mapa donde salieran tierras del norte y no lo encontré. Estuve a punto de hacer uno a medida, pero se me daba fatal en el cole esto de pintar mapas :-P
Es cierto Mónica, todo depende de un@ mism@. Ahí es donde hay que empezar a ser feliz! :-)
Salvador, espero que no ocurra lo mismo con nosotr@s. Si no perdemos de vista nuestros ideales, seguirá existiendo. Pero estoy contigo que hay que ser humilde y pensar siempre en los riesgos que conlleva estar más expuestos.
Muchas gracias a tod@s por columpiaros un rato conmigo!
Gran post. Y servidor que ha estado tres meses en Tromso de estancia con el amigo Luis Luque, reconoce que hay posibilidades de que la Atlántida se sitúe en Tromso por su apuesta firme y decidida por la salud centrada en el ciudadano. De todas formas, algo debemos tener en España que todos los amigos de Tromso ( Gustav, Gunnar, Randi) se están viniendo de estancia para acá ... :-)
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