O ayudar mantener en forma nuestra reputación personal en la red
Entre el debate intenso en Twitter y los blogs sobre cómo se ganará la vida el periodista del futuro, un post de José Luis Orihuela me ha hecho pensar en el trabajo de periodista del futuro y lo he visto como el personal trainer de la información.
En un mundo en el que cada vez recibimos cantidades más grandes de información y estamos presentes en más redes sociales, quizá llegue el momento en el que personas de cierto poder adquisitivo decidan contar con el asesoramiento personal de un periodista que haga un trabajo de filtraje y selección de la información que más pueda interesar. Además, el periodista también podría valorar y sopesar dicha información y llegar a proponer temas y posibles comentarios adaptados a cada uno de sus clientes.
El auge del personal branding refuerza esta idea. Si cada vez nos preocupamos en reforzar nuestra imagen personal en la red, será necesario contar con alguien que nos asesore y un periodista está capacitado para ello. Si ya existe el brand angel para las organizaciones, ¿por qué no para las personas?
¿Os imagináis en un futuro al periodista como un personal trainer diciéndole a su cliente: “Para fortalecer tu reputación, hoy es importante que escribas un par de twitts sobre el cambio de gobierno en España y un post en tu blog sobre medio ambiente”
…o al periodista como un asesor de bolsa diciéndole a su cliente: “Opina ahora en este foro, ¡sé el primero en hacerlo y tu reputación subirá como la espuma!”
¿Creéis que esto se aguanta por algún lado o es producto de una alucinación transitoria? :-)
Entre el debate intenso en Twitter y los blogs sobre cómo se ganará la vida el periodista del futuro, un post de José Luis Orihuela me ha hecho pensar en el trabajo de periodista del futuro y lo he visto como el personal trainer de la información.
En un mundo en el que cada vez recibimos cantidades más grandes de información y estamos presentes en más redes sociales, quizá llegue el momento en el que personas de cierto poder adquisitivo decidan contar con el asesoramiento personal de un periodista que haga un trabajo de filtraje y selección de la información que más pueda interesar. Además, el periodista también podría valorar y sopesar dicha información y llegar a proponer temas y posibles comentarios adaptados a cada uno de sus clientes.
El auge del personal branding refuerza esta idea. Si cada vez nos preocupamos en reforzar nuestra imagen personal en la red, será necesario contar con alguien que nos asesore y un periodista está capacitado para ello. Si ya existe el brand angel para las organizaciones, ¿por qué no para las personas?
¿Os imagináis en un futuro al periodista como un personal trainer diciéndole a su cliente: “Para fortalecer tu reputación, hoy es importante que escribas un par de twitts sobre el cambio de gobierno en España y un post en tu blog sobre medio ambiente”
…o al periodista como un asesor de bolsa diciéndole a su cliente: “Opina ahora en este foro, ¡sé el primero en hacerlo y tu reputación subirá como la espuma!”
¿Creéis que esto se aguanta por algún lado o es producto de una alucinación transitoria? :-)
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