3 años no son nada. O lo son todo. El número 3, la cifra de la suerte, la nota discordante, el observador. La observadora, eso es lo que he sido durante estos últimos 3 años para este proyecto que hoy finalmente ve la luz: La novela "El manuscrito de mi abuelo" de Rafa Pardo.
La primera vez que escuché de ella sonaron un montón de pequeñas historias que pedían de forma insistente a Rafa ser atadas las unas con las otras. Fueron días, semanas, meses de búsquedas que iban aterrizando en la historia lentamente, hasta construir el esqueleto de la novela. Llegó un momento en el que la novela tomó tal protagonismo en la vida de Rafa que parecía que era ella quien guiaba su vida, y no al revés.
Leí un primer manuscrito y me atrapó, me llamó la atención el contraste narrativo entre las historias ubicadas en el pasado y las que se sucedían en el presente, un presente muy de ahora, donde las redes sociales y las triquiñuelas informáticas tienen especial protagonismo. Eso es, podría resumir que la historia trata de cómo un hombre "de ahora", con una vida anodina puede abrir una puerta de su pasado e iniciar una serie de acontecimientos que le impulsan a vivir una serie de acontecimientos envueltos en sangre, pasión y desenfreno que seguramente hubiera dejado helado al protagonista y al mismo autor, que se dejó llevar por los recovecos más escondidos de su imaginación. En realidad todos somos un Ramón Camps de antes y un Ramón Camps de después de la lectura del manuscrito de su abuelo, depende en cada caso si nuestro lado oscuro es más o menos real.
Hoy, pasados estos 3 años de creación, deseo continuar ejerciendo el rol de observadora, ver cómo esta novela se transforma en realidad y da el salto hacia un proyecto realizado que se seguirá construyendo con cada nuevo comentario. Hoy, después de 3 años llegó el día, deseo observar cómo alguien cercano hace uno de sus sueños realidad y disfruta con ello.
P.D.: Gracias por tu mención en la novela, Rafa. Un último consejo: ¡A por todas! Y que siga la magia.
Me he emocionado leyendo esta espléndida entrada. Una entrada que sólo podía escribir alguien muy cercano a mí, que me conociera y me hubera acompañado durante todo este trayecto vital. Muchas gracias, Montse, por el espléndido regalo de tu amistad.
ResponderEliminarMe alegro mucho de que te haya llegado al corazón, lo escribí con ese afán. Y te deseo muchos éxitos en este proyecto, ¡serán bien merecidos!
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