Hoy he leído esta entrevista y me ha parecido tremendamente clarificadora para desvelar las diferencias que existen entre los periodistas y los blogueros. Siguiendo el hilo de mi último post, sobre qué valor podemos aportar hoy día los periodistas, os propongo algunas reflexiones.
En los últimos años, los medios de comunicación, como ha ocurrido en muchos otros sectores, han mermado considerablemente la calidad de sus productos informativos para conseguir el máximo beneficio, pensando sólo en el presente y sin ser conscientes que estaban dinamitando su futuro inmediato. Casi todos vemos ejemplos de ello cada día. Aún es más flagrante en los medios digitales, que se han visto abocados a ofrecer sus contenidos de forma gratuita, guiándose hasta el suicidio.
En este contexto, los blogueros han ido ocupando algunos espacios que los medios de comunicación iban dejando libres: aportan el punto de vista del experto, se presentan sin trampa ni cartón frente a su audiencia, ofrecen información muy cercana al ciudadano, en la media que hablan de temas comunes que nos preocupan a todos y con un lenguaje directo, y ofrecen interacción y debate moderado con sus lectores. Todas ellas, funciones de las que se habían desprendido los medios de comunicación de masas. Pero... ¿es esta la situación ideal? es decir, ¿deben ser los blogueros quienes ocupen el espacio libre que por falta de calidad han dejado los medios? Mi respuesta es no porque no nos conviene para nada a los ciudadanos. Y el principal argumento es muy simple: los blogueros sólo hablan de lo que les apasiona y les motiva, pero en nuestro mundo hay muchísimas otras informaciones que deben ser cubiertas y que hacen que nuestra sociedad sea más justa, libre y democrática. Un bloguer escribe desde la pasión, un periodista también lo hace en muchas ocasiones pero otras muchas, como en todos los trabajos, debe ser profesional para informar sobre aspectos no tan atractivos. Y ahí va un ejemplo: un redactor de informativos de una emisora de radio local estará feliz un día porque le gusta mucho la cultura y le toca hacer un reportaje sobre una exposición de la ciudad. Pero otro día deberá ir al pleno de su ayuntamiento para hacer una crónica de lo que allí ha acontecido, no le gustará tanto, pero deberá ser igual de profesional en ambas situaciones. Hay temas, como puede ser un pleno, que son de lo más aburridos (no creo que haya demasiados blogueros que los cubran, por no decir ninguno) pero que son información básica para vertebrar la vida social, en este caso, de un municipio.
Otro aspecto importante que da valor al trabajo de los periodistas es el trabajo en grupo, en una redacción. La teoría del periodismo te la enseñan en la facultad pero el nuestro es un oficio que en gran medida mejora por aprender de los que más saben, que son los que llevan más años ejerciéndolo. El trabajo transgeneracional hace ricas, relevantes y útiles las piezas informativas. Un bloguer puede trabajar también con otros bloguers, pero no alcanzará el nivel máximo de cooperación y experiencia que proporciona una redacción.
La calidad de la información es algo tan relevante que todos, como ciudadanos, deberíamos reivindicar. Cuando cierran un medio de comunicación o mantienen una emisora de radio municipal por pura fachada nos están estafando. Y además, cuando esto ocurre, no suelen ocupar primeras páginas de periódicos ni abren informativos. Nos timan de la misma forma que lo hacen manteniendo un centro de salud en condiciones pésimas.
El poder está pues en cada uno de nosotros de decidir qué tipo de información consumimos, premiando a los medios que llevan un buen camino y valorando el trabajo que hay detrás. Si leemos basura, la estamos esparciendo, y estamos mermando nuestra capacidad de decisión y en última instancia, nuestra libertad. La crisis de los medios, como la del sistema sanitario, es cosa de todos y así deberían verlo todas las personas. Los blogueros son ya fuentes interesantísimas de información e intercambio de ideas pero no olvidemos que no son suficientes para manternos informados en el mundo tan complejo en el que vivimos, donde a veces lo más relevante está muy oculto y sólo puede ser descubierto por periodistas profesionales que viven y ejercen con profesionalidad su trabajo durante años.
Si pensabáis leer un post sobre la guerra entre blogueros y periodistas os habré decepcionado. Este debate es sólo una cortina de humo que no nos deja ver el auténtico problema: hoy día escasea la información de calidad, esto repercute muchísimo en nuestras vidas y los que deberían tomar cartas en el asunto siguen mirando hacia otro lado.
Y para mi también es importante que un periodista debe ser imparcial y describir los hecho, mientras que un bloguero puede ser totalmente sesgado.
ResponderEliminarComo dice Hugo, los blogueros ven una realidad sesgada... Fijate cuanta gente escribe sobre salud 2.0 y eso que aún es una tendencia de futuro que algun dia llegará.
ResponderEliminarme ha encantado Montse :)
No estoy de acuerdo en que un periodista deba ser imparcial, creo que debe dar su opinión, ahora, si solo va a informar sobre un hecho, entonces si, hechos sin opinión ni política, pero cualquiera de ambos casos no es de fácil acceso, es como un buen amigo, jejeje, pocos y difíciles de encontrar.
ResponderEliminarPeriodistas y blogueros, como en todas las ramas, los hay de todas clases, y no creo que sea bueno generalizar y pensar en periodistas "buenos" y blogers "malos", y más con la calidad de prensa que tenemos en este país, que esta a la altura de la política y el futbol, bipartidista por lo general.
Yo creía que el post iba a ser más polémico ;)
ResponderEliminarComparto tu punto de vista sobre diferencias entre un periodista y un bloguero. Sin embargo, me parece una tontería que los periodistas vean a los blogueros como una amenaza. Un blog puede ofrecer información muy interesante (quizás incluso más que una noticia), pero hay que medir mucho la calidad y la credibilidad de la información que ofrecen.
Un post, visto como un producto, viene a ser algo así como ir de compras a Lidl. Se ven allí cosas raras, productos difíciles de encontrar y muchos de ellos atractivos. Pero, al ser tan baratos, uno siempre duda un poco de la calidad real de los mismos.
Sí, un periodista debe ser imparcial y narrar los echos contrastando la información y proporcionando distintos puntos de vista. Aún así, nunca será objetivo porque en toda pieza informativa siempre existe un posicionamiento concreto. No somos máquinas, somos personas, por tanto, en nuestras creaciones no existe la objetividad.
ResponderEliminarComo comentaba en el post, los blogueros aportan un gran valor en la medida que son, en muchas ocasiones, expertos/especialistas de los temas que tratan en sus blogs. Sus análisis son fuentes muy buenas de información pero lo que quería dejar claro es que el trabajo de un bloguero nunca sustituye al del periodista. Es más, creo que blogs interesantes deben convertirse en una fuente de consulta diaria por parte de periodistas para trabajar temas. Así dejarían de salir siempre los mismos como fuentes en las noticias y reportajes y se trabajarían los temas aportando puntos de vista distintos, oxigenando la actualidad. Me consta que ya algunos periodistas trabajan de esta forma. Ojalá cada vez sean más.
Me ha gustado mucho el símil con el Lidl aplicado a los blogs. Pero también se puede aplicar al trabajo periodístico. Hay piezas periodísticas que se venden muy bien pero que tienen pésima calidad. Creo que consumir posts y periodismo de forma crítica se va a ir imponiendo porque estamos sobrecargados de información y será indispensable tener criterio.
Muchas gracias a los cuatro por vuestras aportaciones!